Costura a domicilio

Costura a domicilio
© Eduardo Frias Etayo

miércoles, 30 de enero de 2008

CAPEAR LA MAREJADA


Los ojos de la espuma te persiguen, ¿cómo podrás dormir con tanto mar en derredor?
_ Voy a tener que cambiar de indumentaria. La gorra no. Parece que va a entrar un Norte. Esta humedad va a acabar con mis huesos.
A la habitación van llegando los restos de naufragios. La lluvia que humedece las paredes, los torna grises y sórdidos. Ya no se anuncian a toda voz en el noticiero diario, llegan como una repetición de algo escuchado en cientos de ocasiones. Las noticias de hoy son el eco de las de ayer, las de ayer de las de anteayer, y así van retrocediendo hasta principios del mundo.
El barquito de papel abandonó a su amigo fiel en el puerto.
_ Ya los depósitos de basura no son lo que antes. Ni pizzas encuentras ahora. Unas cuantas botellas vacías, latas, muy poco de comer.
En el espejo se reflejan las mismas cosas, sólo que un poco más viejas. Las paredes más desconchadas, el polvo cubriendo los libros. Demasiados libros. Las historias se acumulaban tras las puertas. Emboscadas asaltaban a los visitantes, los agredían con una carga de pasado.
El barquito navega del fregadero
hacia el lente
lo atraviesa y se va encajando dolorosamente
en cientos de sueños.
_ Para echarse a la mar hay que conocerla. Aún siendo Patrón, yo respeto las profundidades. Una vez me preguntaron si había visto el Kraken.
Cientos de brazos alzándose desde las oscuras aguas. Presencias fantasmales que fueron invadiendo el último cuarto de la casa. Estamparon en las paredes recuerdos que se caen a la par de la pintura.
El estruendo del repello del techo cayendo sobre la mesa del comedor acalló dos estampidos de disparos en la calle, el rugir de la multitud y el estrépito de los vidrios rotos.
Tengo en mi cuerpo la tranquilidad del espigón, recibo barcas que pasan. Me voy llenando de ostras.
_ Esa embarcación no era marinera, y el mar no perdona errores. Los jóvenes deberían alguna vez escuchar. Aunque tenga que cambiar de indumentaria, de gorra no, uno no es Patrón por gusto.
La desesperación siempre será náufraga y en esta travesía no se aceptan Robinsones aunque se zarpe un Viernes. La desesperación no se detuvo a reflexionar.
– Quizás mañana entre un Norte. Siento la humedad en los huesos. Desde aquí se ve la resaca. Va a hacer falta mucha marinería en ese barco.
©Foto de la serie Silencios de Liudmila Velazco 1995

viernes, 25 de enero de 2008

Refranes

Definición de Libro según la Enciclopedia Francesa
Libro: Un sustentáculo de cierta materia y
dimensión, eventualmente con algún plegado
o enrollamiento en el cual están inscritos signos
representativos de ciertas materias intelectuales.

* Caprino que ocasiona desperfectos en instrumento de percusión unimembranófono lo indemniza con su epidermis. (Chivo que rompe tambó con su pellejo paga)
* Débese nombrar correctamente por su onomástico al alimento de harina horneada que recibimos a diario, como también se le nominará por su apelativo al elixir elaborado de la vid fermentada. (Al pan, pan y al vino, vino)
* Con tanta reiteración realiza el trayecto desde el lar hasta la alfaguara de preciado líquido el recipiente de cerámica vidriada elaborado en torno, que al término sufre deterioro. (Tanto va el cántaro a la fuente hasta que se rompe)
* El párvulo que no derrama líquidos segregados por las glándulas oftálmicas acompañado de intensos clamores, no se deleita con el lácteo néctar que brota de las dilataciones celulares mamarias de su progenitora. (Niño que no llora no mama)
* Estás como pelágico ser fuera de su elemento y exhibido sobre proscenio de burdos maderos. (Estás como pescado en tarima)
* Eso no es fétida emanación intestinal que provoque deterioro en calzas interiores masculinas. (Eso no es peo que rompa calzoncillos)

martes, 22 de enero de 2008

ME ENCANTARÍA BAILAR SALSA

A Yamil, al Sapo, a Elio, a Nelson, a los amigos...


– ¡Pelu´os maricones!
– ¡El coño de tu madre!
El auto, de inmaculado blanco bajo las farolas de la avenida, se detiene con chirrido de neumáticos 100 metros más allá. Antes que de tiempo a reanudar el arreglo de la bicicleta, el auto retrocede rápidamente. Karel avanza un paso para encarar a quien se baje del carro, pero se corta ante la imponente figura del negro que desciende por la puerta del lado del chofer. El Majá y Rober, dejan la bicicleta rota sobre el piso y se unen a Karel que está sacando de su mochila de lona una cuchilla de maqueta.
Zoom back:
El auto está con la puerta abierta, los tres frikis de espaldas a las tres bicicletas y al borde del puente, en el centro de la avenida, hacen frente al tipo que debe medir casi dos metros.
El mayúsculo negro hace un movimiento rápido y a la luz de la farola destella el oscuro pavón de una pistola, que en la manaza parece un juguete inofensivo. La otra mano, la que sujeta la cuchilla, se abre. La cuchilla comienza su caída, tal vez demasiado lenta, y justo antes de tocar el pavimento, se ve el destello acompañado del fragor.
El Majá carga a Karel. Rober nervioso intenta abrir la puerta trasera. El Majá, sin soltar el cuerpo inanimado entra al auto.
– ¡Ahora me tienen que llevar, cojones!
Luces, sombra, luces, sombra, luces. El auto ha girado hacia atrás y se dirige al Hospital Militar. “Fascistas, hijos de puta” –dentro del auto sólo se escucha la voz de El Majá. Al llegar al hospital las puertas del auto se abren, el cuerpo es arrebatado y puesto en una camilla. El Majá quiere salir tras él. El negrón habla con los integrantes de la patrulla de guardia. Les muestra un carné. De la boca del friki, sale un balbuceo que se convierte en alarido: ¡Hijo’e puta! Se lanza desenfrenado, pero no alcanza a su oponente. El siguiente recuerdo es despertar en la unidad de policía.
Zoom back:
Karel yace en la caja. Marlén, la flaca lanza suaves quejidos. Los socios se aglomeran en un rincón tratando de huir del dolor del padre, que aún no se explica cómo Karel está ahora acostado en esa puñetera caja. Rober no cesa de cagarse en la bicicleta que tuvo que romperse en el jodido puente. Yamila llora apartada de todos con una mano en el bolsillo, donde guarda la trenza que le cortara a Karel en el hospital.
El juicio fue rápido. Acusado: el negrón capitán de la policía. Testigos: El Majá, Rober y el sargento que manejaba el auto. La cuchilla de maqueta nunca apareció, la pistola estaba allí sobre una mesa, dentro de un inmaculado naylito. No se deliberó mucho. Capitán inocente. El argumento: legítima defensa. Habría sido burlesco si hubiesen añadido miedo insuperable.
Ser friki ya no está de moda me digo al salir del juicio. Hay una patrulla fuera de la sala del tribunal, y tienen parados a unos cuatro peludos. Creo que voy a ser el quinto.
– Ciudadano, su identificación por favor.
Por lo menos este sabe qué rayos me pide.

jueves, 17 de enero de 2008

martes, 15 de enero de 2008

HABIA UNA VEZ






HABIA UNA VEZ

Había una vez tres hombres pequeños...
Había una vez dos hombres pequeños...
Había una vez que a esos hombres
La gente se les hizo pequeña.






ALÁNIMO

Alánimo, Alánimo la fuente se rompió
Y con el agua al cuello es bastante difícil
Ponerse de acuerdo
En quien la ha de componer.






PINOCHO

Pinocho, todas las mentiras del mundo
No hacen crecer la nariz
Pero sí te convierten
En alguien en alguien de madera.






ROBINSON

De todos los naufragios del mundo
El más confuso
Es aquel en que todos los indígenas son Viernes.






Un cuento sobre la violencia
Puede ser simplemente
HOY SALÍ A LA CALLE.






CAPERUCITA

No me engañas lobo
no tienes todas las respuestas.





HISTORIAS COTIDIANAS

El sapo se convierte en apuesto mancebo
Y se casa con la hermosa princesa
El bandido bueno ayuda al pobre.

Creo que de niño
Alguien estuvo estafándome.






LOS TRES CERDITOS

Nunca construyas chozas de paja

serías un propenso al desalojo.





PRIMERA HISTORIA

El dragón se arrodilla ante su dama
Y sale a buscar un caballero
Para deshacer entuertos.
Pobre, no conoce, no ha leído.
Un dragón es tan sólo
La fama del caballero puesta en el camino
Y en vías de EXTINCIÓN.






GUILLERMO TELL

¿Quién tembló más
la manzana ante la inminencia de su muerte
o la flecha frente al joven que no la miraba?







LA BELLA DURMIENTE

El leñador contempla la bella dormida
Da la espalda y se marcha.
Las leyendas atan muy fuerte.






NANA

Duerme mi niño que ya es tarde
Muy tarde
Quizás demasiado tarde
Para cerrar los ojos
Pero es necesario.






CUENTO PARA CUANDO SEA GRANDE
Y PUEDA ACUNAR A MI PADRE
ANTES DE DORMIR
.

Había una vez silencio.




Crónicas de Indias

Soy el veedor y oidor de su Santísima Majestad
Tengo la vista de águila
Oigo el rumor de los saltamontes en la hierba

Solo que a veces el ojo pestañea
Y el son de las trompetas aturde el oído.






I

Tierra más hermosa ojos humanos no habían visto, y ciertamente hermosa debió parecer ante tus ojos miopes de tanto azul en todos sus tonos. Alegría para tu cuello estrangulado por la amargura, y alivio para el temor ante torvas miradas cada vez que te aventurabas fuera del camarote. Cuantas noches te atenazaron el cuerpo las fauces del hambre, cuantas madrugadas te vapuleó la zozobra. Es cierto es una hermosa tierra, pero a ti... a ti debió parecerte cien veces más hermosa.






II

Inés tiene encajada tres o cuatro estrellas en el insomnio y bajo los encajes de su vestido asoman como bestias mansas los cañones que cuidan la bahía y su espera, que no se rompe ni con el tronar de estos.






III

Hernando a la cabeza de sus bravos navega. La leyenda lleva todas sus velas desplegadas. Hernando sueña con la Fuente de la Juventud, Inés, mientras tanto, pierde la suya tras los muros de la espera.






IV

Supo en algún momento el pobre pescador que abandonó la piragua, tal vez el náufrago devorado, quizás el navegante indígena, despojado de su canoa por un temporal, que una piragua abandonada flotando en el Golfo sería un mal augurio.
¿Sabía acaso la trascendencia de aquel tronco ahuecado surcando las aguas? Tal vez no lo supo nunca. Pero Alaminos si lo recordó. México firmaba su sentencia a bordo de una piragua abandonada.






V

¿Dónde comienza el límite del no hay regreso? Un paso, quizás con el pie derecho para la buena suerte. Cruzar una frontera, borrar tus propias huellas con ramas, no para el enemigo que pueda seguirte, sólo para no caer en la tentación de volver sobre ellas. César lanzó los dados de su suerte al forzar el Rubricón. La suerte está echada. Cortés teme. Lo apabulla su propio miedo y trata de evitar el contagio. Quemad las naves.






VI

Todo el honor puede irse al diablo con una anécdota de romanos. Sandoval refugia su amargura en los bergantines. Garci Holguín moja su esfuerzo en la lluvia que va anegando Tlatelolco. Cortés, entre tanto, va preparando alguna otra anécdota acerca de la traición, la muerte o la vileza.






VII

De buenas intenciones está empedrado el camino al infierno. Balboa abandona la hamaca de Anayansi y comienza a adoquinar los senderos de Darién al Cuzco. Detrás sobre la alfombra roja que desenrolla la sangre del Adelantado del Mar del Sur va el porquerizo que abandonó su piara para convertirse en verdugo.






VIII

Dura fue la risa de maldiciones de Don Pedro al ser apresado.
Duro fue su lamento al penetrar la mano india por la herida para sacarle la palpitante víscera.
Duro fue su corazón a las mordidas.
Duro fue el siguiente combate frente a los duros araucanos.






IX

En la miseria y el olvido va tallando su última página Don Cristóbal. De la Cosa señala en el mapa de su cuerpo con duras saetas de la impenetrable selva. Núñez de Balboa deja caer su cabeza para que se apoye el pie de Pizarro en su escalada de los Andes donde, el aún no lo sabe, lo esperan las espadas de Juan de Rada. Hernando desconocedor hasta de su suerte deambula por la Florida buscando milagros.






X

Natividad la arrasada languidece. Tenochtitlán va cediendo en un último intento por ahogar a la México que no trepa hacia el cielo en campanarios de iglesia sobre la Casa de Tezcatlipoca. Nueva Extremadura muchas veces construida. La Habana espera aún el milagro de una fuente.


lunes, 14 de enero de 2008

Historias Breves III

ÉXODOS

“Vendo una mata de mango en veinticinco pesos.”
La frase aguardentosa se diluyó en el fondo del vaso hecho de una botella recortada. No era la última venta: aun podría vender las paredes ruinosas. Sólo le quedaba techo en un minúsculo espacio de su cuarto, en el que estaba un catre prestado por un socio, que no recordaba donde había conocido y, colgado celosamente en la pared, el título de Licenciado en Física.
Los primeros en marcharse fueron los habitantes de la casa. Algunos yacían a pocas cuadras, en el cementerio de la ciudad, otros quién sabe dónde. Después se marcharon los electrodomésticos y los muebles, comprados por, ya ni recordaba el nombre de aquella que fue su primera mujer. A cambio de todas estas cosas entraron a la casa dinero y botellas caras. El éxodo de la bañera, el inodoro, el lavamanos, el fregadero, y hasta los azulejos del baño y la cocina fue casi inmediato a la desaparición de los muebles. El bar de la esquina se había convertido en un mercado donde él proponía las mercancías. Pronto desaparecieron poco a poco las losas del piso, las cenefas del siglo XIX, orgullo de su tía, vigas, alfardas, y las tejas.
Ahora vendía, en enero, la producción de la mata de mango que su padre sembrara en... Carajo, también se le olvidaba.

Historias Breves II

EL VECINO

El vecino adora a su esposa, o por lo menos es lo que dice. Adora también a las mujeres de los otros vecinos. Podría decirse que ama a cuanta mujer hermosa llegue a conocer. El vecino tiene amantes. Dos o tres. Una lo visita siempre los jueves que no llueve. En caso de que llueva recibe entonces a una estudiante universitaria que le encanta chapotear descalza en los charcos. Otra sólo viene los días en que en la esquina se sienta el vendedor de lirios. Claro, llega hasta el edificio si no es jueves. Las otras son ocasionales, una exposición, un seminario, un ponche de la bicicleta.
El vecino tiene amantes diurnas. Su esposa lo tiene en la noche. Después que ella se duerme, él se tiene.





INSTRUCCIONES PARA ESCRIBIR POESÍA

Acumular diez o doce metáforas, tome en cuenta en la planificación la extensión posible y la probable. Un par de símiles, no muchos, por lo de que cualquier similitud con la realidad y un par de coincidencias. Súmensele algunas imágenes poéticas, dos o tres fotos legibles también pueden servir. Rima momentáneamente no recomendable, los textos pueden tender a la confusión y llegar a convertirse en estribillos musicales de moda. Es conveniente añadir alcohol al instrumento de trabajo (algunos lo denominan poeta) en cantidades directamente proporcionales a su desengaño amoroso y/o frustración. París, una buena mala palabra, nostalgia, aguacero, blasfemias son elementos incluibles. Altamente recomendable es un exergo –la referencia o no al texto es insustancial- sobretodo si es de alguien laureado. Úsese como fuente inspiración las masas, mesas, misas, mozas (seseo válido) o musas. Por último trabaje mucho en el convencimiento de que la poesía no es vehículo de comunicación, a los editores actuales no les interesa. Si no logra convencerse aún le queda el recurso de escribir un libro de autoayuda para poetas, o recetas de cocina.

Historias Breves I

NACIMIENTO Y DECADENCIA DE LA ILUSTRACIÓN

Se declaró por decreto el Estado de Ilustración Filosófica para el país. En la sala de cada casa, además del consabido sofá para las visitas, la mesa de centro, cuya única utilidad radica en servir de soporte a las tazas de café vacías y hacer tropezar, y la poltrona de la abuela, ahora hay también un librero. El gremio de los carpinteros e hijos de carpinteros se declaro totalmente a favor del gobierno debido al aumento de trabajo y remuneraciones con la socialización de las salas hogareñas. La dinámica del lenguaje también se enriquece para gusto de filólogos. La gente no se queja por la falta de transporte, lo explica con la creciente demanda ante una insuficiente oferta. Subir una escalera de caracol en un solar se convierte en una metáfora dialéctica. El conductor del, milagrosamente funcionando, transporte público exige se le de valor de uso al timbre de la puerta, contribuyendo así al cuidado de la propiedad social.
El problema fundamental de la filosofía llevado a planos domésticos: ¿qué es lo principal materia o espíritu? El enfrentamiento con mayúsculas. Tomando conciencia de la materia del problema, y ante la directiva de ilustración del espíritu o de la conciencia, se impone la materia y lo espiritual se retira derrotado, pero no vencido, a los cuartos del fondo, o a los viejos cuartos de herramientas del patio. Mientras, los libreros de las salas se van llenando de tratados y tomos filosóficos –largas genealogías que emparientan grecos, germanos y eslavos, y algunas ramas ya extintas de galos y sajones. Tratados de filosofía alemana que revisan y amplían sofismas griegos. Tomos de Marx que revisan y amplían los conocimientos de los alemanes (los anteriores a él, los posteriores se dedicaron a otros campos como la política e inventos con gas y hongos). Junto a los tomos de Marx, tratados de Lenin que los revisan. Un poco hacia la derecha -del librero-, panfletos de un tal Konstantinov que revisan y simplifican todos los anteriores. Incluso se puede hallar alguna obra local sobre los dramas de Konstantinov en versión libre con sol caribeño y proletarios, que son conocidos por guajiros. En alguna que otra sala de casa de vecino podemos encontrar hasta obras futuristas de ingeniería que incluyen capítulos como Demolición de muros de carga y sus consecuencias en otras estructuras.
Eran obras futuristas y la Ilustración no le dio mucho peso al género de ciencia-ficción, habían olvidado la infancia y las lecturas de uno de los extintos galos, algo como Vierne… Y los muros se demolieron, el argumento utilizado fue el de la estética y las malas traducciones de los graffiti en alemán. El único problema era que el muro sí era de carga y afectó otras estructuras, como la de la Ilustración filosófica. Sin muro fue casi imposible proteger la materia de los ataques de la conciencia. Fantasmas y espíritus comenzaron a rondar las casas avanzando inexorablemente hacia las salas. El espíritu se convirtió en un peligro a nivel estatal. Entonces el Estado dictó una bula en la cual decretaba la Ilustración Espiritual.
En las salas de las casas, los libreros se convirtieron en estantes, y para no promover el malestar en el gremio de los carpinteros ante la transformación de sus obras, se ordenó poner en los ex-libreros un retrato del hijo de un carpintero.






SEXO ORAL

Soy un tipo de cuarenta con el sabor a mierda en la boca que deja la resaca de cerveza a los cincuenta. Ella es ella. Justo después de cruzar el umbral me dijo que le encantaba el sexo oral, y tras esa aclaración se pasó la noche hablando de sexo.
Fuimos del pragmatismo hindú, al dios del amor lo llaman Kama, al refinamiento griego, que pone al Amor como compañero de la Psique. Yo estaba por el hinduismo, ella por el clasisismo greco-latino.
_ Eduardo, hay dos tipos de mujeres, las putas y las prostitutas, tal vez sea la forma más cruel de decirlo, pero me gustaría que me consideraran puta. Las putas son las que hacen el amor por el solo placer de disfrutarlo, las otras siempren requieren un pago. Y no hablo de pago en dinero, eso es superfluo. Existe la que te cobra obligándote a dejar de beber, la que le exige a la pelirroja amante que no mire los labios de la trigueña del bar, la que clama por fidelidad absoluta, la que te pide que te afeites, la que quiere ser enterrada al lado del marido, aun cuando este no tenga intención de morir, la que recalca aquello de que hasta que la muerte los separe... siempre hay un pago.
Justo en ese punto me quedó la duda entre puto y prostituto, lo de proxeneta lo borré de mi diccionario, término caduco, más bien nunca existió. Matriarcado interminable. El machismo solo es un escudo superficial para ocultar la fase comercial de los pagos, realmente siempre pagamos. Ganaron los griegos, psiquis sobre amor, posición clásica. Abstracción sobre pasión. Moral sobre deseo, y hay hasta quien lo disfruta.
Nada de caricias, literalmente oral nocturno. Aprendí que el hacer el amor como las diosas no implica un sexo genial, sino despreocuparse con toda la altivez olímpica del que se queda clavado en tierra. Hacer el amor como las diosas, sin importar las guerras que provoque. Transmitir, transmutar, narrar, mitificar el sexo. Oral, sexo verbal. Al principio era el Verbo, y la palabra se hizo carne.
Siempre hay un pago, y desapareció dejándome con el clásico sexual desamparo y una hinduista kama vacía.

sábado, 12 de enero de 2008

ASUNTO FIJO



Salir es un asunto fijo a la permanencia
Andrés Mir

Tendré que aprender a convivir con un puerto en las entrañas
O´Fenelón

Palabra / país / bandera / amor
Si quisieras me encontrarías
Teresa Melo


TABERNA DEL PUERTO

Qué sería del país si a todo el mundo
le naciera un puerto íntimo.
O´Fenelón

En la agotada barra
conjura melancólico una cerveza
el que blasfema la ciudad
Dos prostitutas a la derecha, el marino irlandés
y al rincón de la mesa, el monje.
Así cree verlos el grumete desde las jarcias
cuando la última bordada
hace que la fortaleza se interponga
entre el balandro y la taberna.
Oduard, blasfemo omnipotente,
hace una elogiosa crítica acerca del culo
de la paseante rubia
y brinda por el último brindis
donde un grumete preguntó por qué se brindaba.
O´Fenel, cuatro ciudades más allá,
trata de calar el viento, y se duele
de no quemar las naves.
Louis en el rincón de la isla
compone un soneto laico acerca de andar sobre las aguas.

Entonces se desata la tormenta.



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Nadie se robó la luz
ni las coordenadas de tu estancia
pero yo sigo desorientado
y ya, cansado, no te busco.


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Oh mar oh mar
devuélveme
Teresa Melo


El golpe duro contra las rocas, ro-cash. Hay dos formas de mirar un escollo, la del marino que lo maldice y la del náufrago que lo agradece. La oscuridad es directamente proporcional a naufragar. Lo primero, echar mano a una botella. Echar una botella en la mano. Lanzar mensajes de humo dentro. Empañar las cosas, enturbiarlas y naufragar. Es importante naufragar. No ahogarse. Quedar varado, escorado. Aferrado a la más mínima tabladuda. Gritar por encima de la resaca. Convencerse de que estamos solos. Y esperar. Dejar crecer la barba-calma, el pelo-desesperanza y viceversa. Y esperar. Esperar que el mar regrese con los vidrios rotos.



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Se me enredaron los pasos en las pesadillas. Perdí el horizonte en cuatro apuestas. Era más fácil jugarse los regresos. Improbables. Los adoquines marcan la ruta. Quizás hasta existan buenas intenciones. En ocasiones hay Final Feliz. Por lo menos los domingos a las tres. Palpo las pesadillas. Gordas. Viscosas. Acechan. Han tendido desesperos e impaciencias a la salida de cada habitación. El hoy es mi disfraz. Temo dormir.






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Andar con la lengua suelta. No afuera. Simplemente suelta. Reptando una búsqueda. Evocadora humedad que se escapa no lejos del alcance de los labios. Puede hasta convertirse en Burla. Dejar huellas de saliva para no perder el camino. Quemar las naves. Cuerpos. En el principio era la lengua.





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Tiro los dados, es doble uno. No tengo siquiera una salida, y es hermoso retornar a los pasadizos rocosos de viejas cavernas. El viaje primigenio. La oscuridad envolviendo el deseo, la prisión térrea. Tiro los dados, es doble uno. No siempre es dos, tan sólo la repetición del mismo. Es el espejo. Reflejo contra la roca que pende sobre la posible apertura al cielo. Pasan abrumadora las fechas sin celebraciones, es el olvido, peor que una mala palabra. Oscuridad sin sombras, no hay estrellas, ni lágrimas de donde asirse. Es mejor sólo que mal acompañado. Si la tierra te habla no cometas el error de escucharla. Tiro los dados, es doble uno. Regreso al encierro y sin derecho a decidir hasta la próxima oportunidad.





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Estoy emparedado entre confidencias. Me muevo en la habitación de los espejos. Cada confidencia se refleja en otra y se distorsionan hasta el infinito. En ocasiones las imágenes se conjuran. Entonces las confidencias se vuelven un suave murmullo acariciador-deslizante que deja una brecha en los muros para que penetren nuevas confidencias. Se empotran en las paredes y curvan los espejos. Sellan. Desollan. Des-oyen. Estoy emparedado entre confidencias. Temo las Hemipuertas, las Magnopuertas. Prefiero marcharme por los patios de trasfondo, sitios de muchas ventanas desadheridas del tiempo. Apenas lo intento. Una confidencia. Me emparedan.



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MIENTRAS SALGO DE LA CIUDAD

Tras los cristales desnudos de cortinas
dos personas hacen el amor
sin sospechar que yo
voyeur trasnochado en un lentísimo tren
me llevo hacia otra ciudad el instante
en que con la piel fragmentada
por diminutos restos
de sonrisas de satisfacción
ella desliza su muslo contra el vientre
de la joven pelirroja
al descender de la mesa.



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MENSAJE

Tal vez no te importe
Tal vez sigas sin llamar

Que difícil es estar cerca.


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¿Qué te podría brindar:
un poema, el mar,
a mí mismo?
Nada
sólo cosas prestadas.


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Disculpa que no te haya remitido
también las calles y el parque
El paquete postal en que las enviaba
sin calles y sin parque
no tenía dirección en el destinatario.





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Tus cartas han ido llegando de a dos
cual si temieran enfrentarme
solas.



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Te lego una brújula rota
y un mapa de cualquier otro lugar
para que no te pierdas
cuando salgas a buscarte.






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Gotea gotea
gotea
gotea imperceptiblemente
sobre la ciudad
que se va humedeciendo con la lluvia
pero no se limpia
no se limpia.


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LA BAHIA

luces de pequeños botes
señalando su posición para evitar colisiones
con neumáticos de bajo calado
sabor salado de sexos
agrio mar de aceites que ennegrecen
los restos de mis juegos flotando a la deriva,
pero siempre hacia el interior de la bahía,
pecios que no pasaron la cadena
que aprisiona las aguas portuarias
barcos sin grumetes
capitanes sin barcos
un kiosco disfrazado de bergantín trasnochado
iza en su entena la señal de reunión
convocando una flota fantasma
para tomar la ciudad
que se rinde sin fuego cada amanecer.

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CONGA

tres pasos a la izquierda
extienda el pie derecho
mira el orondo trasero de la mulata
tres pasos a la derecha
extiende el pie izquierdo
levanta los ojos al cielo agradece el mejor invento gallego
deja que la trompeta china la penetre
al ritmo de sus caderas
que las tumbadoras, milagro de otro Santiago,
te haga arrollar sobre la espuma dorada
que dejó los restos de la cerveza
deja que la lluvia y el polvo de salitre
le pongan percusión
a las difuntas gomas viejas resurrectas en sandalias

pongan un kiosco en cada esquina
para aliviar el duro peregrinaje a la oficina
mas, no te disfraces de muñecón
usualmente son afirmativos
tres pasos a la izquierda
extiende el pie derecho
que paso mas chevere, abre que viene el cocuyé
tres pasos a la derecha
extiende el pie.
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Últimamente he tratado convencerme
de que me encantan las montañas
o por lo menos que me gustan más que antes
pero la añoranza del mar me embarga,
o quizás deba decir me embarca.
Necesito los cambios de las mareas
que cuando la mar se retire
me deje algún pecio encajado en el dolor
extraño los ciclones que arrasan la intimidad
la estampida de las olas barriendo cada rincón del barrio
siento nostalgia de salitre en cada poro de la ciudad
sabor salado que condimenta los sueños de viajes.
Las montañas, sensuales o agresivos senos de la tierra
refrescan mi sed
mas el arroyo es frío, necesito la calidez, la arena
Lo siento maestro,
pero a mi me complace mas el mar.

La Paz, Honduras 2004
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TENER 16 Y SER LLAMADO 21½

La orden de no pensar estaba dada
también la de no andar
salvo que se ande de lado
ambiguos cangrejos que no se exponen
No basta abrazar la ausencia de causa
es necesario que la causa te abrac(s)e
Firmes
Vista derecha, disimulen
hagan como que no vieron nada
transfórmense cultamente en ignorantes
no esperen por un cuerpo a tierra
no avances a marchas forzadas
además de ser nocivo para la salud hay leyes contra el uso de fuerza
tampoco salgas en descubierta
cúbrete, no sabes si en ese instante ordenaran vista izquierda
y te conviertas en daño colateral en el dolor de las madrugadaspero sobretodo nunca hagas coincidir
las ordenes de fuego con la de en su lugar
descansen.
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BAJANDO POR LA CALLE MACEO CON TERESA MELO

Aun no ha llegado el momento en que me lees el poema
Igor sonríe con el cartel de peligrosidad a su espalda
la misma espalda que vemos desaparecer
por una callejuela unos instantes después
atraído por las mágicas notas de un clarinete
siempre son las mismas canciones
por suerte no soy de los que la nostalgia les entra escuchando al Bola
soy mas bien de los que se miran las venas
con el ronco lamento gitano que hace mas plañidero al bolero
en la medida de lo imposible.
Tu y yo seguimos bajando por Maceo
literalmente bajando
siguiendo la línea recta que va de la Loma de la Cruz al equilibrio
de los primeras tragos de la melodía del Bebo
Avanzamos de lado sin dar la espalda
de mordidas tenemos los arpegios que van hincando en la añoranza
Dos esquinas mas allá nos separamos para volver a encontrarnos en la noche
cada cual tiene sus peligros diurnos que exterminar
el tuyo comienza en un poema acerca de Dios y el amor al peligro
el mío es simple
entender que el tratamiento de la amistad se hace sin anestesia.
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Nací en una isla confusa
a medio camino entre la Glasnot y Let it be
Stalin trasnochaba moda de otoños décadas anteriores
y mi bandera nunca tuvo cruzados junto a la estrella un machete y una pala
En la escuela mezclé Cervantes con Tolstoi
soñé de pequeño overoles y martillos
mis héroes eran musculosos eslavos
que se lanzaban contra la pantalla al grito de HURRA!!!
Un día descubrí que el machete pesaba más que la hoz
y la hoja de la caña corta como el machete
tampoco tuve que comerme el cuero de las botas (que no tenia)
en la bloqueada Habanagrado
No podía escribir poemas de amor
había estudiado Filosofía, marxista por supuesto,
y los proletarios que quedaban
-no los rubios eslavos-
al verde que te quiero verde
prefirieron el azul abierto democrático
Demos del griego pueblo
Demos del cristiano dar
Cracia/poder. Poder del pueblo Dar poder Poder dar
nunca me pudieron dar muchas razones
En la escuela me enseñaron la lengua de Cervantes
algo aprendí también de la de Tolstoi
pero siempre preferí el pequeño bar
donde el ruido tiene que estar de pie o escapar hacia el portal
y algún quevedistico estibador sueña con una koljosiana.
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ESCUCHANDO LA RETRETA EN LA PLAZA DE ARMAS

Para Anaisi

Retreta de las cuatro
retruco, reartilugio, retrampa musical con la que atrapa la plaza
turistas en manada de camisas hawaianas
que no escuchan el clarinete atrapado en la plaza
atrapada en la retreta
el insomne detenido en un instante de somnolencia
grita sobre el murmullo
y La Jarra de Cerveza se escapa de la contradanza
el peligro de los solos en medio de la multitud
yo me recuesto al capitel
dejo que Frank y Oduard vayan por la jarra de cerveza
contemplo el clarinete mientras espero
la introducción de las gaitas
Peligro de solos Teresa al otro extremo de la plaza
Tal vez ni siquiera esté
tampoco están Oduard y Frank
quizás sólo me acompañen en un desencuadernado libro
que cargo en el morral
Tal vez solo espero que cambie el clarinete
por la flauta y me guíe con un rock suave
nadie recuerda la partitura del de Hammelin
Tal vez tras atravesar la puerta
me ahogue en La Jarra de Cerveza.